Temía no poder olvidarte pero el tiempo me demostró que
esperar tiene sus recompensas. Pasaron meses desde la última vez que te vi, que
te dije te amo, que te abracé… y hoy me doy cuenta que esos meses, días, horas
me ayudaron a olvidarte, a no pensar más en vos. Aprendí a no depender de lo
que hacías, a no “vigilar” tu vida. Aprendí a ser feliz sin ti y a volver a sonreír. No me duele decir que si bien algún día te
amé hoy sos solo un pasado (pisado).
No lloro porque terminó, sonrío porque sucedió.